La gran Cocina para tu Bebé, cuando envié los mejores deseos para la CioccoMamme en mayo, ¡sólo quería compartir con mis clientes la inmensa alegría que supuso el nacimiento de Leonardo!
Tuve un arrebato de generosidad y prometí hacer un librito con algunas páginas para ayudar a Simona a cocinar.
Pensando que las otras chicas, las que conocí en Cioccolocanda, también podrían beneficiarse de él, algunas amigas de Facebook me escribieron para que compartiera el libro electrónico con ellas.
Entonces se me ocurrió hacer algunas preguntas y ¡aquí se abrió la caja de Pandora!
Creía haber entendido lo que se necesitaba, pero me escribieron más de 100 personas, muchas halagándome con cumplidos, una insultándome al decir que mis consejos eran deficientes, pero otras tantas, en efecto, me escribieron pidiéndome mi opinión sobre la intolerancias de sus hijosalgunos con dificultades digestivas y otros con problemas de crecimiento¡!
Así que como científico, gastrónomo apasionado, curiosísimo y sobre todo como abuelo, me puse a investigar el problema, quería dar respuestas y durante 15 días no dormí, precisamente para poder ser de ayuda a todos los que me escribían y me hacían peticiones.
¡Joder siempre pasa así, cuando quieres enseñar algo a alguien acabas siendo el primero en aprender tanto!
He consultado a decenas de pediatras, a unos cuantos expertos tecnólogos de cocina, a un par de nutricionistas, a unos cuantos charlatanes de moda y a expertos naturópatas. Debo admitir que fue fascinante por un lado e inquietante por otro. Viajar por el mundo de las restricciones dietéticas es realmente triste, sobre todo para quienes no tienen buenos conocimientos técnicos y tienen que recurrir para todo a preparados que sólo se pueden encontrar en farmacias, ¡a precios de LOCURA! y no siempre del todo auténticos.
Ya casi he terminado el segundo libro electrónico y las novedades son realmente muchas, trataré del ADN para descubrir posibles intolerancias y daré indicaciones sobre la mejor manera de gestionar cualquier problema, pero sobre todo cómo evitar exponer a riesgos innecesarios a los niños que puedan ser sensibles a la lactosa y al gluten, sin sustituir al médico, pero preparando con ellos, ¡soluciones sencillas para la salud presente y futura del niño!
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La gran cocina para su hijo
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